El Astillero

Detrás de las cifras están las personas, y por eso nos hemos centrado en este trabajo en conocer sus testimonios como veremos más adelante. Pero antes queríamos conocer también los datos fundamentales para poder analizarlos. Es verdad que como en casa en ningún sitio, y qué mejor que hablar de lo que pasa en tu casa. Como en todos los pueblos, El Astillero cuenta con sus propias crisis que, llevadas de una forma u otra, siempre han causado una serie de consecuencias a todos sus habitantes. Pero la realidad es que no todos han sabido o podido salir de ellas de la misma manera.

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Nuestro municipio está situado en Cantabria, al sur de la bahía de Santander. Su origen está vinculado al Real Astillero de Guarnizo, en el que se fabricaban galeones aprovechando su situación estratégica y su proximidad a los bosques. Se constituye como Ayuntamiento en 1800. Durante los siglos XIX y XX, los barcos que cargaban los minerales en el puente de los ingleses se llevaban la riqueza al extranjero, y después a otras partes de España. Ya en época de los romanos se realizaba la extracción de hierro de la Sierra de Cabarga. .

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La imagen del pueblo ha cambiado en los últimos años, pasando de ser un municipio fundamentalmente industrial a orientar su actividad hacia el sector servicios: nuevas tecnologías, servicios de apoyo a la vida diaria, el medio ambiente (reserva ornitológica y rehabilitación de las marismas) y la industria cultural y de ocio. Su cercanía a la capital y el acceso a viviendas más baratas han favorecido el crecimiento de la población en los últimos años.

 

Las fotos inferiores son una pequeña muestra de la exposición del Museo del Real Astillero de Guarnizo, cercano a nuestro Instituto. La visita nos ha ayudado a entender mejor el modus vivendi de las personas en épocas pasadas en nuestro entorno. Nos muestra los tipos de embarcaciones en la historia de la navegación y las herramientas utilizadas en las travesías y para su construcción. Ahora los barcos son de acero y los motores han sustituido a la madera y las velas. Aquí ya no se construyen, solo se hacen reparaciones. A finales del siglo pasado la privatización era imparable porque no se podía competir con otros astilleros cuya producción era más rentable.

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